El
pasado 20 de mayo de 2013 se produjo una colisión entre dos globos turísticos
mientras sobrevolaban la zona de Capadocia (Turquía). Como consecuencia de este
choque, uno de los globos empezó a perder altura, cayendo desde una altura de
300 metros. El piloto pudo controlar la caída hasta los 50 metros pero después perdió el control.
De los
pasajeros que viajaban en el globo accidentados, 24 turistas más el piloto,
tres de ellos fallecieron y el resto, la mayoría de ellos turistas españoles,
resultaron con heridas de consideración.
Al
hospital privado Versa, en la localidad turca de Nevsehir, fueron trasladados
dos turistas catalanes, una gallega, tres madrileños y dos navarras, mientras
que al hospital público Kayseri fue evacuada otra mujer también de Navarra.
Tras
varios días de hospitalización, intervenciones quirúrgicas a cada paciente y
varias pruebas médicas, los primeros españoles empiezan a ser repatriados.
Los
primeros en salir del hospital son un matrimonio catalán. 5 días más tarde y
tras muchas negociaciones con los seguros de los globos y con el hospital, se
llega a un acuerdo de que los seguros cubrían todos los gastos médicos de los
accidentados por lo que se les deja salir de hospital y también del país en un
avión medicalizado.
En ese avión
viajaban tres madrileños, una gallega y una navarra, quedándose en Turquía Irene
Apesteguía, en el hospital privado y Agueda Oyaga en el hospital público. Ambas
debido a su estado de salud todavía no podían ser trasladas
Una
semana después de que los primeros españoles hubieran abandonado el hospital,
es repatriada Agueda Oyaga, mientras que
Irene Apesteguía sigue ingresada
ya que sufre una recaída en su estado de salud y un traslado en esas
condiciones suponía mucho riesgo.
Pasados
los días y a punto de cumplirse un mes de su ingreso, Irene mejora y sale de la UCI
planteándose la posibilidad médica de su traslado, en un avión medicalizado con
equipo médico incluido. La fecha que se pone es salir de Turquía el 20 de
junio.
Hasta
aquí todo va bien, pero a partir de este momento empiezan los problemas.
Llega
el día 20 de junio y cuando se suponía que las altas médicas estaban preparadas
y había un avión medicalizado listo para despegar a las 16,30 hora local de Kayseri surge un problema económico,
es decir, el HOSPITAL NO LE DA A IRENE APESTEGUIA SU PASAPORTE PARA PODER SALIR
en compañía de su marido hasta que el hospital no reciba una garantía de cobro
por los gastos médicos de la paciente.
Al
parecer la mañana del 20 de junio empiezan los problemas en las negociaciones
de los seguros de los globos implicados en el accidente y el hospital. El
seguro del globo dice que no se hace cargo de ningún coste médico hasta que no
salga el juicio, cuando este acuerdo había permitido la salida del resto de los
turistas heridos en el accidente del globo.
Ante
esta situación el hospital decide que Irene Apesteguía no puede salir del
hospital y le RETIENEN SU PASAPORTE hasta que no tengan una garantía de cobro,
ya que sus gastos médicos ascienden a 91.800 euros.
Sobre
las 14,00 horas de Pamplona, el hospital le exige al marido de Irene el
reconocimiento de la deuda y le instan a que firme un documento de garantía de
cobro dándoles para ello el número de su tarjeta de crédito. Hora y media más
tarde le indican que con eso no es suficiente, que no es garantía, por lo que
no les dejan salir. Para entonces ya estaba el avión medicalizado esperando en
el aeropuerto.
Desesperado
por la situación en la que se encontraba, Jesús Borda (el marido de Irene) se
pone en contacto con su familia en Pamplona para contarles lo que está pasando
y saber si pueden hacer algo.
La
reacción es inmediata. Se ponen en contacto con el Ministerio de Asuntos
Exteriores (Emilio Pin) y con la embajada española en Ankara (Mario González). La
respuesta en ambos casos es similar: que han hecho todo lo que estaba en sus
manos por aclarar la situación pero que ante un problema entre aseguradoras,
ellos no podían hacer nada. Tampoco podían hacer nada, según ellos, ante la reclamación
de la factura por parte del hospital.
Por lo visto tampoco pueden hacer nada cuando una persona de nacionalidad española
esta siendo retenido contra su voluntad y para dejarla salir se pide una
cantidad de dinero (91.800 euros) a cambio de su pasaporte. Esto nosotros lo llamamos secuestro y pago de un rescate.
Ante la
gravedad de la situación seguimos en contacto con diversas instituciones y una
de las respuestas que recibimos es que si nos parece que están reteniendo a nuestro familiar contra su voluntad, vayamos a una comisaría turca y se
denuncie ante la policía.
Para
hacerlo así pedimos ayuda a la embajada y la respuesta es que ellos no pueden
denunciar y tampoco pueden ir con la policía turca al hospital. Entonces
nuestra pregunta es ¿Para qué sirve una embajada? ¿Para ir los primeros días
después del accidente, sacarse unas fotos con los heridos y decirles que no se
preocuparan por nada?.
Ya a
media tarde del 20 de junio y al ver que no conseguíamos avances, llamamos al teléfono de urgencias de la embajada española en Ankara para saber qué
se puede hacer. Cuál es la sorpresa del familiar que llama,que al exponerse la
situación, le dicen que no se preocupara que estaba todo solucionado y que
Irene y su marido estaban ya volando cuando eso no era cierto y seguían en el
hospital.
Es tal
el desconcierto que al rato llama el Sr. Mario González de la embajada, para
decirnos más de lo mismo: que no se puede meter entre seguros y que tampoco
puede pedir al hospital que deje marchar a una paciente que debe esa cantidad.
Se le olvida al Sr. Mario González que esos gastos médicos son por un
accidente, que Irene Apesteguía es la víctima y que ella no decidió ser
ingresada en un hospital privado.
Tras
una larga conversación, el Sr. González se compromete a informarnos de lo que
está pasado y en su siguiente llamada nos dice que el alta médica no estaba
prevista hasta el día 25 de junio. Entonces ¿qué hace el avión en el aeropuerto
y una cama de la UCI
del Hospital de Navarra en Pamplona esperando a la paciente? ¿Por qué se le
exige una garantía de cobro y la tarjeta de crédito el día 20 si el alta no era
hasta el 25? Todo mentiras que no hacen más que retrasar el regreso de la
paciente.
Ya el
viernes día 25 de junio visto el rumbo que tomaba la situación y tras mantener
varias conversaciones con Inter Partner Asistance (estos son los que gestionan
las repatriaciones y seguros de viajes) se nos confirma que la UNICA vía para poder traer
tanto a Irene como a Jesús de vuelta a Pamplona, es efectuando el pago de
60.000 euros, los cuales habría que ingresarlos a la cuenta de Inter Partner
Asistance y ellos mandarían la garantía del pago al hospital. En ese momento se
les devolvería el pasaporte.
Ante
este hecho se hacen las gestiones pertinentes para realizar el pago. La
transferencia se hace a las 10,15 h. en Pamplona y para las 13,00 h. tanto
Irene como su marido están en una ambulancia camino del aeropuerto. Por arte de
magia en cuanto se recibió la garantía de cobro Irene se curó y ya no había que
esperar al 25 de junio para el alta médica. A las 8 de la tarde llagaban al
hospital de Navarra directa a la
UCI.
Lo que
sigue sorprendiendo es que durante esa mañana recibimos una llamada más del Sr.
Mario González para, según él, darnos la buena noticia. La noticia era que
Irene ya había salido del hospital turco rumbo a España. Cual fue su sorpresa
al decirle que ya estabamos informados pero que esa salida del hospital se
había hecho previo pago de una cantidad por gastos médicos y que eso nosotros, la
familia lo llamábamos RESCATE.
Era tal
su desconcierto, que declaró que él no sabía nada del dinero y que se iba a
informar puesto que las informaciones que él manejaba eran contradictorias. Al
rato volvió a llamar diciendo que el hospital había negado todo, decían que
ellos no habían pedido dinero ( ¡¡¡¡claro!!!!! no pedían dinero metálico, un
billete encima del otro…pedían la garantía de cobro).
Por
ello y ante esta desconcertante situación nos pidió que se le enviara los
justificantes de la transferencia para su comprobación.
Esta ha
sido una historia rocambolesca, vivida por una ciudadana española que tras
resultar herida en un accidente de globo mientras hacia turismo en Turquía ha
visto como ha tenido que pagar dinero por salir del país.
De toda
esta historia y de todo lo contado hay correos electrónicos que demuestran que
es verdad y que pueden ser publicados.
Nota:
Aparte
de todo esto es de “AGRADECER” al Gobierno de Navarra su nula disposición con
estás tres navarras accidentadas fuera de sus fronteras, ya que la única
noticia que se ha tenido por parte del Gobierno Foral ha sido una llamada por
teléfono al hospital de Turquía para preguntar por los heridos. Han sido
incapaces de ponerse en contacto con ningún familiar de ninguna de ellas siquiera
para informarse de su estado ni mucho menos para intentar ayudar.
¿Habría
actuado el Gobierno de Navarra de la misma manera sí por desgracia el accidente
lo hubieran tenido otros navarros/as populares-famosos?.